23/10/15

Marquis (Henri Xhonneux 1989)

La insoportable levedad del pene

Por Jorge Le Brun


“De Sade llevó las posibilidades de la subversión hasta las últimas consecuencias. Su ataque brutal contra la moral, las instituciones y toda tradición resultó tan  perturbador que su nombre se volvió anatema para los gobiernos e iglesias: fue quemado en efigie, encarcelado en numerosas ocasiones (una de ellas por orden directa del rey), se salvó de las balas de un padre iracundo, así como de ser decapitado (…) sus visiones eran tan extremas que por su influencia la pornografía como un todo quedó estigmatizada y perdió toda credibilidad como medio político. Pero a la vez este autor es el único pornógrafo que se considera digno de nombrarse al lado de los grandes escritores de la historia”.

-     Naief Yehya (2004) Pornografía: Obsesión sexual y tecnológica


La figura del marqués de Sade es la de un espíritu libertario, irrespetuoso ante cualquier atisbo de conservadurismo, odiado por lo mismo, pues destruye en su obra cada una de las cosmogonías moralistas que hubo y que hay aún en nuestros días. Apologista del crimen o no ¿Qué tanto falta para que su obra empiece a dejar indiferente a sus lectores? ¿La sociedad ha llegado más allá de la lasciva y la violencia descritas en la obra del marqués? Aún con las experiencias carnales a las que cada vez tenemos más acceso, la obra del marqués no deja de chocarnos. Bueno, Marquis (Henri Xhonneux 1989) está inspirada profundamente en este personaje y lo lleva a otro nivel al convertirse en una fábula tremendamente bizarra, con animales, intriga, sexo, violencia y revolución francesa.

Henri Xhonneux antes de este peculiar trabajo tenía un programa infantil de maniquíes; el director belga dio un salto cuantitativo en cuanto a público meta. No así quien escribiera el guión, Roland Topor; el artista formaba parte del movimiento pánico, junto a Fernando Arrabal y Alejandro Jodorowsky; el surrealismo y lo desconcertante no le eran desconocidos. Pánico (del dios griego/romano) fue un movimiento trasgresor, surrealista, caótico, kitsch; en el que se realizaron varias obras de carácter dramatúrgico, cinematográfico, plástico; con caracterizaciones dionisiacas y retorcidas.

Podríamos afirmar que esta película se encuentra en el género de la farsa, donde definitivamente nada de lo que ocurre es realista y vemos un universo conceptual caricaturizado, en donde en lugar de personas vemos animales. En este trabajo todos los actores visten con máscaras de animales según el papel que desenvuelven en la historia. La farsa - en donde todo es irreal - se busca simbolizar, por el contrario, una realidad controlada o ignorada por medio de la alegoría. Cada animal es una metáfora y no nos extrañe que el Marqués sea un perro mitad labrador, mitad el dragón de La historia sin fin (Wolfgang Petersen 1984); el absurdo cumple una misión aquí: la caricaturización de cada personaje a través de una identidad animal.

Hay una clara dedicatoria en la obra al “divino marqués”, pero también en la alegoría animalia hay una dedicatoria (y firmada) a Georges Louis Leclerc, mejor conocido como el conde de Buffon. El naturalista francés pretendió compendiar todo el saber humano sobre el mundo natural en su obra de 44 volúmenes Histoire naturelle. El conde de Buffon se encontró con una postura transformista al especular que los animales y todos los seres vivos, tenían una rama original de proveniencia, y que poseían transformaciones morfológicas limitada al interior de las especies. Había arañado e intuido más de 100 años antes, lo que Jean-Baptiste Lamarck y sobre todo Charles Darwin, construirían. Buffon finalmente rechazó estas posturas al encontrarse con problemas que no comprendía; el mundo en una sola rama original, que el conde por un momento se permitió soñar, está reflejado en esta película de “bestias” sapientes.




El uso de animales para caracterización tuvo su origen en los talleres de Konstantín Stanislavski. Método utilizado para complementar una caracterización exterior integral, construir los gestos y el porte a través de un animal; el resultado final no es interpretar a un animal o ser un animal actuando; podría decirse es la esencia empezar con un animal y crear al personaje; es una capa que se aporta al personaje. En esta película no desaparece totalmente el animal, queda en un punto medio entre los personajes; tomaron al animal y dejaron más que sus gestos; crearon un hibrido de él con el hombre; aquí si podemos decir que vemos una rata, una vaca o un camello diciendo las líneas, una extraña y bien dibujada caricatura; el arte de otorgar a animales carácter y comportamientos humanos.

La historia es una re-interpretación de los días del Marqués de Sade en la prisión de la Bastille; el “divino perro marqués”, pasa sus días buscando inspiración para escribir sus obras o platicando con “Colin”, su propio miembro viril. El pene es el co-protagonista, tiene rostro y personalidad propia; pasa los días ayudando a de Sade con su trabajo, exigiendo estimulación, filosofando sobre sus ideas del placer carnal o escuchando las historias que el marqués le escribe para su placer. “Marqués perro notoriamente rebelde, que, a pesar de su raza encuentra un placer maligno en socavar los fundamentos de la religión y de la sociedad” lee el gobernador gallo ante su prisionero, cuando este es acusado por defecar en una cruz.

En la prisión pueden verse personajes y sucesos que influyeron bastante en los temas tratados en el trabajo del marqués. Los libertinos, los hipócritas nobles, curas depravados y demás elementos del bestiario del autor; también pueden verse a una Justina-vaca santurrona, y una Julieta-equino revolucionaria; la primera como sujeto de las pasiones del marqués, la segunda volvía loco a Colin; una disputa se daba entre las dos partes de la psique del prisionero más célebre de la Bastille. La época de la revolución francesa es el contexto en donde se dan los acontecimientos, y el protagonista queda en medio de la disputa entre revolucionarios y monárquicos, en la que los primeros buscan un golpe de estado y los segundos intrigan para culpar al marqués de acciones libidinosas del rey y evitar el descontento del pueblo.




El trabajo tiene considerables elementos surrealistas; las historias que son narradas por el marqués son representadas por animaciones en stop-motion. Un ejemplo es cuando Colin desea penetrar una grieta de los muros la cual le recuerda a “otros orificios”; puede verse lo osado de esta escena al brotar de la pared un expresivo rostro. Aunque nada sigue siendo tan bizarro como ese aparato reproductor masculino hablando un buen francés en el cuerpo de un perro humanoide.

Hay una sutil complejidad en esa universalización literaria y hay varias referencias a autores de la época. Sin embargo, el tema central de la obra radica en la relación entre los placeres terrenales y la sublimación ¿Saborear los placeres es opuesto a expresarse artísticamente? Pareciera esta la disputa entre un marqués racional y un Colin colérico, quien también representa las pulsiones. Para Sigmud Freud, la sublimación es solo un desvío de las pulsiones sexuales a las actividades de estímulo intelectual o creativo. Sin afirmar absoluta razón en la teoría psicoanalítica, podemos decir que en Marquis se propone hacer una sola cosa a la dicotomía de la carnalidad y sublimación.

Esto no es un biopic, ni si quiera una interpretación realista de los hechos; dicho burdamente, la película no es más que un perro lujurioso antropomórfico hablando con su pene con cara y conviviendo con otros animales más degenerados, en un contexto de época, en donde el sexo sadomasoquista y algunas otras filias salen a cuadro. Y sin embargo, más allá de lo grotesco, se puede apreciar el intento mejor logrado de humanizar la figura del marqués de Sade; llena de humor negro, se puede ver en esa farsa a un marqués fuera de mitos; un ser humano con su propia concepción y lucha; al hombre encerrado por los monarquistas, después por los revolucionarios y finalmente por los napoleónicos. Los perros son leales al igual que lo fue de Sade en lo que creía, y es un atrevido intento de transmitir esa parte de la historia.   



2 comentarios:

  1. Impresionante. Muy buena crítica.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Estimado Sandidimo:

      Gracias por tu preferencia y esta es una de esas películas que hacen de lo absurdo una genialidad.

      Borrar

Saludos