La insoportable levedad del pene
Por Jorge Le Brun
“De Sade
llevó las posibilidades de la subversión hasta las últimas consecuencias. Su
ataque brutal contra la moral, las instituciones y toda tradición resultó
tan perturbador que su nombre se volvió
anatema para los gobiernos e iglesias: fue quemado en efigie, encarcelado en
numerosas ocasiones (una de ellas por orden directa del rey), se salvó de las
balas de un padre iracundo, así como de ser decapitado (…) sus visiones eran
tan extremas que por su influencia la pornografía como un todo quedó
estigmatizada y perdió toda credibilidad como medio político. Pero a la vez
este autor es el único pornógrafo que se considera digno de nombrarse al lado
de los grandes escritores de la historia”.
- Naief Yehya (2004) Pornografía: Obsesión sexual y tecnológica
- Naief Yehya (2004) Pornografía: Obsesión sexual y tecnológica
La figura del marqués de Sade es la de un espíritu libertario, irrespetuoso ante cualquier atisbo de
conservadurismo, odiado por lo mismo, pues destruye en su obra cada una de las
cosmogonías moralistas que hubo y que hay aún en nuestros días. Apologista del
crimen o no ¿Qué tanto falta para que su obra empiece a dejar indiferente a sus
lectores? ¿La sociedad ha llegado más allá de la lasciva y la violencia
descritas en la obra del marqués? Aún con las experiencias carnales a
las que cada vez tenemos más acceso, la obra del marqués no deja de chocarnos. Bueno,
Marquis (Henri Xhonneux 1989) está
inspirada profundamente en este personaje y lo lleva a otro nivel al
convertirse en una fábula tremendamente bizarra, con animales, intriga, sexo, violencia y
revolución francesa.
Henri Xhonneux antes de este
peculiar trabajo tenía un programa infantil de maniquíes; el director belga dio
un salto cuantitativo en cuanto a público meta. No así quien escribiera el
guión, Roland Topor; el artista formaba parte del movimiento pánico, junto a Fernando
Arrabal y Alejandro Jodorowsky; el surrealismo y lo desconcertante no le eran
desconocidos. Pánico (del dios griego/romano) fue un movimiento trasgresor, surrealista,
caótico, kitsch; en el que se realizaron varias obras de carácter dramatúrgico,
cinematográfico, plástico; con caracterizaciones dionisiacas y retorcidas.
Podríamos afirmar que esta
película se encuentra en el género de la farsa, donde definitivamente nada de
lo que ocurre es realista y vemos un universo conceptual caricaturizado, en
donde en lugar de personas vemos animales. En este trabajo todos los actores
visten con máscaras de animales según el papel que desenvuelven en la historia.
La farsa - en donde todo es irreal - se busca simbolizar, por el contrario, una
realidad controlada o ignorada por medio de la alegoría. Cada animal es una
metáfora y no nos extrañe que el Marqués sea un perro mitad labrador, mitad el
dragón de La historia sin fin (Wolfgang
Petersen 1984); el absurdo cumple una misión aquí: la caricaturización de cada
personaje a través de una identidad animal.
Hay una clara dedicatoria en
la obra al “divino marqués”, pero también en la alegoría animalia hay una
dedicatoria (y firmada) a Georges Louis Leclerc, mejor conocido como el conde
de Buffon. El naturalista francés pretendió compendiar todo el saber humano
sobre el mundo natural en su obra de 44 volúmenes Histoire naturelle. El conde de Buffon se encontró con una postura
transformista al especular que los animales y todos los seres vivos, tenían una
rama original de proveniencia, y que poseían transformaciones morfológicas
limitada al interior de las especies. Había arañado e intuido más de 100 años
antes, lo que Jean-Baptiste Lamarck y sobre todo Charles Darwin, construirían. Buffon
finalmente rechazó estas posturas al encontrarse con problemas que no
comprendía; el mundo en una sola rama original, que el conde por un momento se
permitió soñar, está reflejado en esta película de “bestias” sapientes.
El uso de animales para caracterización
tuvo su origen en los talleres de Konstantín Stanislavski. Método utilizado
para complementar una caracterización exterior integral, construir los gestos y
el porte a través de un animal; el resultado final no es interpretar a un
animal o ser un animal actuando; podría decirse es la esencia empezar con un
animal y crear al personaje; es una capa que se aporta al personaje. En esta
película no desaparece totalmente el animal, queda en un punto medio entre los
personajes; tomaron al animal y dejaron más que sus gestos; crearon un hibrido
de él con el hombre; aquí si podemos decir que vemos una rata, una vaca o un
camello diciendo las líneas, una extraña y bien dibujada caricatura; el arte de
otorgar a animales carácter y comportamientos humanos.
La historia es una re-interpretación
de los días del Marqués de Sade en la prisión de la Bastille; el “divino perro
marqués”, pasa sus días buscando inspiración para escribir sus obras o
platicando con “Colin”, su propio miembro viril. El pene es el co-protagonista,
tiene rostro y personalidad propia; pasa los días ayudando a de Sade con su
trabajo, exigiendo estimulación, filosofando sobre sus ideas del placer carnal
o escuchando las historias que el marqués le escribe para su placer. “Marqués
perro notoriamente rebelde, que, a pesar de su raza encuentra un placer maligno
en socavar los fundamentos de la religión y de la sociedad” lee el gobernador
gallo ante su prisionero, cuando este es acusado por defecar en una cruz.
En la prisión pueden verse
personajes y sucesos que influyeron bastante en los temas tratados en el
trabajo del marqués. Los libertinos, los hipócritas nobles, curas depravados y
demás elementos del bestiario del autor; también pueden verse a una Justina-vaca
santurrona, y una Julieta-equino revolucionaria; la primera como sujeto de las
pasiones del marqués, la segunda volvía loco a Colin; una disputa se daba entre
las dos partes de la psique del prisionero más célebre de la Bastille. La época
de la revolución francesa es el contexto en donde se dan los acontecimientos, y
el protagonista queda en medio de la disputa entre revolucionarios y
monárquicos, en la que los primeros buscan un golpe de estado y los segundos
intrigan para culpar al marqués de acciones libidinosas del rey y evitar el
descontento del pueblo.
El trabajo tiene
considerables elementos surrealistas; las historias que son narradas por el
marqués son representadas por animaciones en stop-motion. Un ejemplo es cuando
Colin desea penetrar una grieta de los muros la cual le recuerda a “otros
orificios”; puede verse lo osado de esta escena al brotar de la pared un
expresivo rostro. Aunque nada sigue siendo tan bizarro como ese aparato
reproductor masculino hablando un buen francés en el cuerpo de un perro
humanoide.
Hay una sutil complejidad en
esa universalización literaria y hay varias referencias a autores de la época.
Sin embargo, el tema central de la obra radica en la relación entre los
placeres terrenales y la sublimación ¿Saborear los placeres es opuesto a
expresarse artísticamente? Pareciera esta la disputa entre un marqués racional
y un Colin colérico, quien también representa las pulsiones. Para Sigmud Freud,
la sublimación es solo un desvío de las pulsiones sexuales a las actividades de
estímulo intelectual o creativo. Sin afirmar absoluta razón en la teoría psicoanalítica,
podemos decir que en Marquis se propone
hacer una sola cosa a la dicotomía de la carnalidad y sublimación.
Esto no es un biopic, ni si
quiera una interpretación realista de los hechos; dicho burdamente, la película
no es más que un perro lujurioso antropomórfico hablando con su pene con cara y
conviviendo con otros animales más degenerados, en un contexto de época, en
donde el sexo sadomasoquista y algunas otras filias salen a cuadro. Y sin
embargo, más allá de lo grotesco, se puede apreciar el intento mejor logrado de
humanizar la figura del marqués de Sade; llena de humor negro, se puede ver en
esa farsa a un marqués fuera de mitos; un ser humano con su propia concepción y
lucha; al hombre encerrado por los monarquistas, después por los revolucionarios
y finalmente por los napoleónicos. Los perros son leales al igual que lo fue de
Sade en lo que creía, y es un atrevido intento de transmitir esa parte de la
historia.
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Impresionante. Muy buena crítica.
ResponderBorrarEstimado Sandidimo:
BorrarGracias por tu preferencia y esta es una de esas películas que hacen de lo absurdo una genialidad.