9/2/16

Le Tout Nouveau Testament (Jaco Van Dormael 2015)


Dios existe, y es un tipo cruel

Por Víctor G. Gándara




Las películas de Jaco Van Dormael son irremediablemente melancólicas… pero, esencialmente y de la manera más humana (a pesar del surrealismo anexo), siempre hay algo de esperanza en ellas. No ésa tan manoseada en los tópicos de la filosofía barata, sino aquélla que aun en la alegría no desconoce sus matices amargos.

En el 2009 Van Dormael nos sorprendió con Mr. Nobody (tal vez su peli más famosa), protagonizada por Jared Leto y Diane Kruger; un peculiar vistazo a la incertidumbre que producen las realidades alternas, esas vidas posibles que tendríamos de haber seguido caminos diferentes. A su corta filmografía se unen Toto, el héroe (1991) y El octavo día (1996), siendo la primera debut del Belga y el auguro de una carrera destacada, pues a pesar de haber filmado poco durante 26 años (4 entregas), suficiente es para complacer a la crítica y no dejar indiferente a al espectador.


En su último film, El nuevo Nuevo Testamento (u originalmente Le tout nouveau testament), Van Dormael echa un vistazo a un Dios vulgarmente humanizado; 'Dios existe y vive en Bruselas', dice su promoción. En algunas comedias recordamos a Dios (como personaje) por su amabilidad. Cómo olvidar a Morgan Freeman en Bruce Almighty (2003), o a Gabriel Casseus en Bedazzled (2000). Más ejemplos habrán, pero Le tout nouveau testament no es el caso, y aunque tampoco faltarán referentes a dioses vulgarizados, Le tout nouveau testament no es precisamente una película blasfema.

Dios (Benoît Poelvoorde)
Lo cosa es así: Dios existe y vive recluido en un edificio de Bruselas acompañado por su esposa e hija. Ahí, en una habitación con infinitos archiveros, controla al mundo desde su ordenador, mofándose de las desgracias que él mismo -con saña y alevosía- produce a la humanidad, un hijo de puta… algo que culposamente me recordó al diablito interpretado por el comediante mexicano E. Derbez (discúlpenme). Lo curioso es que sin su computador, nuestro Señor es un completo inútil. Y como es habitual en las entregas de Van Dormael, oímos la narración en off de una voz infantil (en este caso una niña): “muchos hablan del hijo de Dios, pero pocos saben de su hija”, dice la pequeña Ea (Pili Groyne). Ésta, cansada de los maltratos de su padre, decide rebelarse enviándole su fecha de muerte a cada persona, escapando luego del edificio en busca de sus propios seis apóstoles (entre ellos Martine, interpretada por la mítica Catherine Deneuve, recordada por protagonizar Repulsión de Roman Polanski). La trama, que supone una serie de personajes miserables, indaga en las emociones y vida de éstos tras conocer el día de su óbito.


Cuando uno ve el cartel de la película advierte una comedia (negra), y lo es, satiriza conceptos religiosos y construye su discurso crítico de manera inteligente, pero más que sátira edifica una reflexión en torno a la condición humana, sus amarguras y deseos más profundos. Además de un Dios a imagen y semejanza nuestra (como tal). 

En lo particular disfruto mucho la fotografía que estampa el cine de Van Dormael. Le tout nouveau testament ofrece algunos cuadros dignos de colgarse en la pared. Y aunque por momentos hace recordar a Jean-Pierre Jeunet (en materia visual) su producto brilla por sí mismo. Podríamos decir que tiene un sello de distinción.


Posiblemente nos hallamos ante un director humanista, inquieto por los procesos emocionales (o cualquier mecanismo psíquico) del hombre, pero sincero en el tratamiento de sus tópicos, llevados pues con inteligencia. Algunos lo llaman el filósofo loco de los directores; capaz de cautivar al espectador y hacerlo reír y reflexionar al mismo tiempo.

 Le tout nouveau testament es, como el resto de sus películas, un bocado agridulce que merece ser visionado. Más allá de la rareza o ser tema (aparentemente) incómodo, resulta una experiencia amena, un filme fresco pero inteligente. Cómica, reflexiva, bella, oscura, cándida, satírica, melancólica, feliz, subversiva… integra una serie de características tan distintas entre sí que resulta difícil clasificarla. Tal vez no tenga material para unirse a las filas de las grandes producciones, pero  Le tout nouveau testament no es otra del montón.

Aurélie (Laura Verlinden) 







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