31/7/17

¡No morirás del todo querido George Romero!

Por Adolfo G. Riande*
(Artículo destinado al 17 de julio que fue subido por retraso, disculpas al respetable.)

La semana que termina, ha sido enlutada por el deceso de uno de los grandes realizadores del cine de terror. George A.  Romero físicamente nos ha dejado, pero sus personajes sombríos, sus atmósferas tétricas han de seguir acompañándonos de por vida.



Releer las imágenes de Romero en su célebre “La noche de los muertos vivientes”(1968) es adentrarse a una atmósfera tétrica, matizada con una fotografía en blanco y negro y ambientada predominantemente en escenas nocturnas. Romero, si bien es cierto, no es el pionero en este tipo de filmes, pero para una gran mayoría de críticos de cine si es el precursor, y logra marcar una línea argumental característica que retoman diversos directores posteriormente.

Otro detalle del filme de Romero, para mi gusto personal, es su capacidad de recrear en breves espacios cerrados todo un concepto de clima sombrío. La trama de “La noche de los muertos vivientes” prácticamente se desarrolla en un set, obviamente, que simula tres espacios de una casa de campo. La sala, una recámara en la parte alta y un sótano. En esta dimensión como pequeño claustro, conviven los personajes. Ben (Duane Jones) Barbra (Judith O¨Dea); Harry (Karl Hartman); Helen (Marilyn Eastman) ; Karen ( Kyra Schon); Tom (Keith Wayne) y Judy (Judith Ridley).

A partir de un bajo presupuesto de 114 mil dólares, Romero se encarga de hacerlo rendir y lograr que, ya en el año 2000 , las ganancias del filme registraran un total de 12 millones de dólares en la Unión Americana, y 30 millones en el resto del mundo, sin considerar las ganancias por rentas. Romero no tiene más que aprovechar los escasos recursos a la mano, y lograr el máximo aprovechamiento de sus actores.

En este sentido, las locaciones son modestas, al igual que los decorados del set. En cuanto a la caracterización de los personajes, principalmente de los “muertos que viven”, la construcción es sencilla, sobria y logran impactar adecuadamente. No hay exagerados baños de sangre, pese a que al final de la película se escenifican situaciones de ataques de los “muertos vivientes” devorando a los vivos. No obstante, hay sobriedad en las atmósferas sombrías diseñadas para lograr el efecto de mundos nebulosos. He insistido en no utilizar la palabra “zombi”, ya que en ningún momento la trama de la película cita este concepto.

Resulta curioso, que el personaje central de la trama, un joven afroamericano, sea quien encabece la oposición contra los “muertos vivos”. Pero dejemos que sea el propio director quien nos cuente la idea:

Según palabras del director: “La fantasía es un medio para las metáforas [...] y dado que estoy atascado en este género, intento buscar nuevas formas de utilizarlo. Para al menos expresar alguna opinión o satirizar cosas y divertirme.

Muchas veces, los protagonistas no luchan contra los zombis, sino que entre ellos, debido principalmente a la presión del ambiente en el que se encuentran. Para Romero, los villanos en sus películas "son siempre los vivos, no los muertos".​

 En una entrevista de 2007, el director sostuvo que veía a los zombis como un desastre natural, o un cambio global, similar a los terremotos y huracanes, agregando que sus historias "se refieren a cómo las personas responden o no responden a estos y eso es realmente todo lo que han representado para mí".

La crítica social de La noche de los muertos vivientes (1968) no fue premeditada. Según Romero, el hecho de utilizar a un afroamericano como protagonista fue debido a que Duane Jones era "el mejor actor entre nuestros amigos".​ En la escena final, el personaje de Jones muere tras recibir un disparo en la cabeza. La situación con respecto a la raza aumentó cuando el director viajaba hacia Nueva York, con el fin de reunirse con un posible distribuidor para la cinta: "Esa noche en el automóvil, nos enteramos que Martin Luther King había sido asesinado. Así, el impacto de la película nos afectó de inmediato".Varios críticos de cine vieron en la cinta un mensaje contra la Guerra de Vietnam, el racismo y la Guerra Fría.

Finalmente, a manera de homenaje póstumo, bien vale la pena, releer con atención esta célebre película, y aprovechar que está libre en la red.



 * El autor es egresado de la Universidad Veracruzana , y responsable del Cineclub del Itson.


1 comentario:

  1. Como un breve homenaje a G.A.Romero , el joven cineasta cajemense Paco Espinosa realizó "El atardecer de los muertos vivientes" un micrometraje rodado apenas ayer domingo en un campo cerca de Cd. Obregón. En cuanto esté disponible ofreceremos la información. AG

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