(Artículo destinado al 17 de julio que fue subido por retraso, disculpas al respetable.)
La semana que termina,
ha sido enlutada por el deceso de uno de los grandes realizadores del cine de
terror. George A. Romero físicamente nos
ha dejado, pero sus personajes sombríos, sus atmósferas tétricas han de seguir
acompañándonos de por vida.
Releer las imágenes de
Romero en su célebre “La noche de los muertos vivientes”(1968) es adentrarse a
una atmósfera tétrica, matizada con una fotografía en blanco y negro y
ambientada predominantemente en escenas nocturnas. Romero, si bien es cierto,
no es el pionero en este tipo de filmes, pero para una gran mayoría de críticos
de cine si es el precursor, y logra marcar una línea argumental característica
que retoman diversos directores posteriormente.
Otro detalle del filme
de Romero, para mi gusto personal, es su capacidad de recrear en breves
espacios cerrados todo un concepto de clima sombrío. La trama de “La noche de
los muertos vivientes” prácticamente se desarrolla en un set, obviamente, que
simula tres espacios de una casa de campo. La sala, una recámara en la parte
alta y un sótano. En esta dimensión como pequeño claustro, conviven los
personajes. Ben (Duane Jones) Barbra (Judith O¨Dea); Harry (Karl Hartman); Helen
(Marilyn Eastman) ; Karen ( Kyra Schon); Tom (Keith Wayne) y Judy (Judith
Ridley).
A partir de un bajo presupuesto de 114 mil dólares,
Romero se encarga de hacerlo rendir y lograr que, ya en el año 2000 , las ganancias
del filme registraran un total de 12 millones de dólares en la Unión Americana,
y 30 millones en el resto del mundo, sin considerar las ganancias por rentas.
Romero no tiene más que aprovechar los escasos recursos a la mano, y lograr el
máximo aprovechamiento de sus actores.

Resulta curioso, que el personaje central de
la trama, un joven afroamericano, sea quien encabece la oposición contra los
“muertos vivos”. Pero dejemos que sea el propio director quien nos cuente la
idea:
Muchas veces, los protagonistas no luchan contra los zombis, sino que entre ellos, debido principalmente a la presión del ambiente en el que se encuentran. Para Romero, los villanos en sus películas "son siempre los vivos, no los muertos".
En una entrevista de 2007, el director sostuvo que veía a los zombis como un desastre natural, o un cambio global, similar a los terremotos y huracanes, agregando que sus historias "se refieren a cómo las personas responden o no responden a estos y eso es realmente todo lo que han representado para mí".

Finalmente, a manera de homenaje póstumo, bien vale la pena, releer con atención esta célebre película, y aprovechar que está libre en la red.
* El autor es egresado de la Universidad Veracruzana , y responsable del Cineclub del Itson.
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